Correr es de cobardes. Eso mismo tuvo que pensar María José cuando, tras la muerte de su hijo, encontró en el deporte su refugio más seguro, o Javier, que cambió el alcohol y el tabaco por las zapatillas de correr. También lo pensaría Julián, cuando su médico le dijo que debido a su peso tenía que empezar a hacer ejercicio, o Tonya, que con un cáncer terminal seguía corriendo para continuar sintiéndose viva. Juan Miguel pensó en evadirse de su situación en la cárcel recorriendo los metros del pequeño patio del centro a diario. Felipe y María son dos chicos de trece años con una situación económica y social en riesgo que han encontrado en su grupo de atletismo una familia que les haga olvidar su entorno. A Ramón Arroyo le diagnosticaron esclerosis múltiple y le pusieron como objetivo andar 100 metros… Él consiguió ver a menos de esta distancia la meta de un Ironman cinco años después.
Durante la práctica deportiva, segregamos mayor cantidad de serotoninas, endorfinas, dopamina y noradrenalina en nuestro cerebro. Se consigue una mejora notable en nuestras funciones ejecutivas como la memoria de trabajo, la atención y el control inhibitorio e incrementamos la división y conectividad neuronal; es decir, nuestro cerebro aprende más y mejor tras la actividad física.
Todos nuestros hijos y alumnos tienen lugar en el deporte. Con esta premisa trabajamos en nuestro colegio Safa Trilema para poder encontrar la actividad física o deportiva que consiga “enganchar” a cada uno de ellos, ofreciéndoles, dentro de nuestras posibilidades, las máximas y mejores experiencias: Campeonato de cross, Olimpiadas de Arganda, esquí alpino en el puerto de Navacerrada, torneos de familia y alumnos de fútbol y baloncesto, campeonatos de bádminton, voleibol, bailes individuales y grupales, acrosport, colpbol, datchball… así como estrategias de relajación y meditación guiada.
10.000 horas. Ese es el tiempo que dicen los estudios que debemos dedicar para convertirnos en expertos en alguna disciplina. En el deporte, dentro de las personas que consiguen llegar a ser expertos, solo el 1% llega a ser deportista de élite. Conocedores de esta situación, el deporte debe servir para mejorar la calidad de nuestra vida. El trabajo de la cooperación, el espíritu de equipo, la frustración, la toma de decisiones, la mejora de la autoestima y el dar cabida a todos por igual, independientemente de su situación personal, es un derecho que todos los alumnos a lo largo de su etapa escolar deben disfrutar.
Hay muchos que todavía hablan más de los efectos negativos del deporte que de los positivos, que priorizan otras materias por encima de la Educación Física y que el valor de una medalla olímpica respecto a un título universitario no tiene comparación. Pero nosotros, los cobardes, sabemos que, en el deporte, como la mayoría de veces en la vida, se pierde más que se gana, por eso queremos seguir intentándolo para algún día convencerles y que nos llamen valientes.
Miguel Ángel, profesor de Educación Física.
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